“Un amor a prueba de fuego”

Ha llegado a los cines argentinos Elementos, la nueva película animada de Pixar. Elementos alcanza lo que sólo Pixar sabe hacer, entretener recíprocamente a grandes y a chicos, sin carecer de profundidad narrativa.

Por Denise Pieniazek

La ciudad Elementos (Elemental, 2023) donde transcurre la acción da título a la nueva película de los célebres estudios de animación Pixar, dirigida por Peter Sohn (Un gran dinosaurio/ The Good Dinosaur, 2015). Si bien posiblemente el filme no sea ubicado en la cumbre de la filmografía de Pixar, la bella animación y ternura de la historia se combinan para deleitar, conmover y entretener al público. Si se retoma el concepto del “convivio” de la sala -propuesto por el crítico y teórico teatral Jorge Dubatti- se ha observado que los chistes resultan efectivos y que la narración posee momentos muy tiernos que logran emocionar al espectador.

En la ciudad "Elementos", vive una joven de fuego llamada Ember Lumen (apellido que en física refiere al “flujo de luz”) y un muchacho de agua llamado Wade Ripple (cuyo apellido significa “onda” en inglés), quienes tras un encuentro casual (como en toda comedia romántica) intentan poder vivir un “amor imposible”. Al respecto, tal como una de las características del género del melodrama tradicional, éste es un amor "interclasial/interracial" que deberá atravesar varios obstáculos. En la película Ember hace referencia a la clase social privilegiada a la que pertenece Wade, al parecer los seres de agua estarían en la cima de la pirámide social. En adición, según Bernie, el padre de Ember, los elementos no deben mezclarse entre sí, él odia a los elementos de agua porque siempre se ha sentido discriminado por los mismos. En consecuencia, las diferencias no sólo son de clase, sino también étnicas. ¿Cómo hacen el agua y el fuego para siquiera poder tocarse, sin perjudicarse mutuamente?

Todos los preconceptos de Bernie, tienen eco en su pasado y el de su esposa Cinder, quienes han dejado su tierra natal -que sólo era habitada por criaturas de fuego- y emigrado a ciudad “Elementos” en busca de un futuro mejor, aunque sin la aprobación del padre de Bernie. En consecuencia, la película no solo se centra en el romance, sino que también reflexiona sobre otras cuestiones como el desarraigo, la ruptura de los mandatos familiares, los prejuicios y la vocación o el talento. Asimismo, la propuesta de la animación también resulta pedagógica en cuanto a no repetir patrones de generaciones anteriores. Bernie entenderá que no quiere ser como su padre, y a su vez su hija Ember irá en busca de su propio camino. En dicho sentido, el amor que se presenta en la película, es un amor que potencia lo mejor de cada uno de ellos. A Wade le enseña a explorar otros mundos y que posee un gran talento para incentivar a otros, y a Ember a sensibilizarse y seguir su propia vocación en libertad. Otro acierto del largometraje es que representa distintos tipos de masculinidades, una más tradicional como la de Bernie y otra más sensible como la de Wade.

Ciudad "Elementos" también se destaca por su arquitectura futurista que además de un hermoso deleite visual, representa una metrópolis multicultural donde coexisten seres de distintos orígenes en su urbanización. Al respecto, es de crucial relevancia la implicancia de la biografía de su director Peter Sohn en la obra. El realizador posee ascendencia coreana, incluso al final del filme agradece a sus padres por el esfuerzo que han hecho al emigrar de Corea a Estados Unidos. En consecuencia, Elementos se inspira en la juventud de Sohn, quien creció como hijo de inmigrantes en la ciudad de New York, destacando la diversidad cultural y étnica. Lo cual es metaforizado en la película mediante los distintos elementos (aire, agua, fuego y tierra), donde ser de agua claramente implica un privilegio respecto a otros elementos, especialmente sobre los de fuego, los más relegados históricamente.

Finalmente, si bien algunos han pensado al ver las primeras imágenes promocionales de Elementos que era similar a Intensamente (Inside Out, 2015), también de los estudios Pixar, se considera que quizás comparte algunos ítems respecto a lo que refiere a la abstracción, la emocionalidad y cromática, pero que narrativamente no tiene nada que ver con la misma y es una propuesta original que merece ser vista. Por último, como es habitual en los estrenos de Pixar, previo al largometraje en cuestión se exhibe un cortometraje, en este caso de ocho minutos, llamado La cita de Carl (Carl´s Date) protagonizado por Carl Fredricksen, el adorable viejito de Up. Una aventura de altura (Up, 2009). Dicha pieza es respetable y tierna, pero no logra ser sorprendente como otros cortos maravillosos que ha entregado Pixar previamente tales comoFor The Birds (2001), One Man Band (2006) y The Blue Umbrella (2013), por citar algunos ejemplos. Retomando el largometraje, si bien hay ciertas cuestiones de su lógica interna que por momentos tambalean y deja en claro que desde que los estudios han sido comprados por Disney han sufrido consecuencias, sin embargo, logra mantener la atención del público. En conclusión, Elementos alcanza lo que sólo Pixar sabe hacer, entretener recíprocamente a grandes y a chicos, sin carecer de profundidad narrativa.