Ruido

El próximo jueves 13 de octubre se estrena Ruido, coproducción entre Argentina (Pasto y Pucará) y México que dirige Natalia Beristain y protagoniza Julieta Egurrola en un trabajo interpretativo destacado. Ruido acaba de ser distinguida en la competencia de Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián con el Premio de la Cooperación Española.

Por Teresa Gatto

“Con lo que nos enfrentamos es con una generación

que no está por ningún medio segura de poseer un futuro”

George Wald, en The New Yorker, marzo de 1969

De la violencia contra las mujeres en México hablamos desde los años ‘90. No sólo la creación de la Colectiva “Nuestras Hijas de Regreso a Casa, se ocupó del tema, Roberto Bolaño, dedicó un capítulo de novela póstuma 2666, a consignar cada una de las muertes acaecidas en torno a las maquilas. Entonces sólo estaban en peligro las Mujeres de Juarez. Las migrantes de todo México que iban a trabajar a las “maquilas” para enviar la mesada para sus hijos que habían quedado al cuidado de sus abuelos.

En aquel momento, era muy arduo saber qué pasaba porque las familias de todos los estados sólo advertían su ausencia cuando la “mesada” no llegaba y ya, aquellas mujeres raptadas y sodomizadas y también torturadas habían sido comida de los coyotes y con muco dolor era imposible identificarlas. Marcela Lagarde acuñó el término Feminicidio, porque estos crímenes estaba relacionados a la feminización del trabajo Sus pequeñas manos eran ideales para el ensamble, sus cuerpos para la sodomización y el descarte.

Pasaron los años y todo se confundió en un paroxismo en el que no sólo en Juárez había muertas, sino en todo el territorio.

Pero ésta vez, el avance de los Carteles de la Droga hacían su trabajo frente a un Estado Cómplice que lejos de intervenir, daba explicaciones de un maniqueísmo brutal.

Y fue entonces cuando llegó la masacre de Ayotzinapa. Aquí hoy les rendimos homenaje a esos niños diciendo como a nuestros Detenidos Desaparecidos: #PresentesAhoraYSiempre.

Infructuosas tareas de los equipos de antropología forense de nuestro país han intentado reconocer aquellas y otras osamentas.

Esta introducción no es otra cosa que la presentación de un estado de cosas que empeora. Y Ruido es un film ineludible para re-presentar una lucha que casi siempre lleva a la muerte de quién se busca y de quién busca.

Escrita y dirigida por Natalia Beristáin, Ruido muestra una calvario, el de Julia, Madre de Gertrudis. Ger (como gustaba ser llamada) desapareció hace 9 meses y su madre la busca sola. Hay algo del orden de lo maternal y no sólo en términos de género, que hará que Julia, extraordinariamente interpretada por Julieta Egurrola, vaya hasta el confín de los mumpenajes buscando a su hija.

En el transcurrir de esta situación se nos da a conocer que no son sólo mujeres las desaparecidas, sino hombres y hasta niños. Los carteles arrasan con todo en un Estado sin Ley y sin Bandera. Inútiles han sido las promesas de Peña Nieto y AMLO por terminar con este genocidio.

Los planos cortos de Julieta Igurrola son un hallazgo de Natalia Beristáin, junto a la filmación de revueltas y situaciones de extrema violencia en la que la Policía Cómplice arrasa con todo. Nadie quiere quedarse sin la tajada del narco.

El asombro de una mujer de clase media, artista plástica obtiene un in crescendo, ya no desaparecen mujeres migrantes, maquiladoras, de una pobreza extrema, cualquier puede desaparecer.

Las redes solidarias que se tejen con otras mujeres como Teresa Ruiz que lleva el ilustre apellido Escobedo (Fundadora de nuestras Hijas de Regreso a Casa) asesinada en plena alcaldía en un acampe por reclamar por la vida de su hija y su asesino confeso suelto, son una muestra de la sororidad en la búsqueda y de la desolación en el camino.

Creí ingenuamente que ver el video de la muerte de Marisela podía ser lo más fuerte que viera. En la puerta de una Gobermación. Pero no, Ruido es ese zumbido que se apodera de la cabeza de Julia, es como una alerta y a la vez un huracán.

Ruido es un film necesario porque México no es sólo playa y caribe, México es una tumba de jóvenes. Los distráidos se mecen en el agua azulina mientras los hijes de otres mueren. Será un destino barato. Será que hay que castigarlos con la ausencia.

Y así como van las cosas, será muy difícil cambiar esta realidad de sangre porque la voluntad política falta a la cita siempre. Impotentes algunos, cómplices los otros, el Ruido sólo lo escuchan las víctmas.