Por Silvana Pena
Rodrigo Moreno (“El Custodio”/ “Un mundo misterioso”) retrata con su cámara el vivir de los habitantes de la ciudad de Colón, paseando por el centro y reconociendo … Las vendedoras de la tienda local de artesanías, los músicos autóctonos, la camada de adolescentes que reparten su tiempo entre sus estudios, los juegos de truco o el baile en las noches de los fines de semana, los jugadores de rugby que con intensa pasión se hacen de tiempo para estar en cada práctica, los hombres que por las noches visitan un bar (especie de sociedad de fomento), y los perros, que también son parte de esta sociedad.
La cámara pasa de un estadio pasivo al movimiento lento para luego convertirse en un paseo vertiginoso, tan trepidante que el mareo no queda descartado. El sonido de la naturaleza se hace presente en cada uno de los planos, siendo grandes protagonistas el cantar de los grillos y de las diferentes especies de aves, el ladrido de los perros y el soplido del viento.
Una ciudad de provincia propone un relato coral y no existen en ella conflictos manifiestos, dado que la intención del director es presentar la ciudad en sí. Por consiguiente, el desenlace es una estampa corporativa que conserva un tenor afable, y el deambule entre lo moderno y lo antiguo, los jóvenes y los mayores, el pasado y el presente saben anexionarse productivamente. Un largometraje digno de ver.
Una ciudad de provincia
Argentina – 2017
Dirección: Rodrigo Moreno.
Guión: Rodrigo Moreno.
Fotografía: Alejo Maglio.
Sonido: Catriel Vildosola.
Duración: 88 minutos
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