29ª MDQ Film Fest, El perro Molina

 

José Celestino Campusano ubica la acción en el conurbano profundo y logra mostrar la peor cara de la impunidad y la mejor de los códigos que hasta el peor matón respeta.

Por Teresa Gatto

El conurbano, se sabe, es un pozo de secretos y misterios a gritos. Secretos y misterios que se desentrañarían si alguna vez la "maldita policía" pudiera ser desmantelada de raíz. Hoy eso es imposible pero no lo es la historia de El perro Molina. Un delincuente común dispuesto a retirarse en su cenit dando un golpe que le permira el retiro.

Pero todo se complica porque aquí, en el conurbano, hay códigos, de todo tipo, de los buenos y de los malos o de los que ejercen los "malos".

De ahí que Molina en medio de su retirada quede atrapado en un conflicto entre la mujer de un policía corrupto que lo abandona porque no quiere ser cornuda y se dedica por entero a la prostitución, convirtiéndose así, en la más requerida de Isidro Casanova en un espacio regenteado por un hombre al que tambièn lo pierde el amor. Amor y muerte, la historia del mundo.

Pero Campusano maneja muy bien los ritmos, las cadencias, la cámara y a sus criaturas que parecen orgánicas siempre, porque allí pertenecen. Porque se les ha grabado a fuego eso de ser del "conurba" y entonces se manejan con libertad y hasta torpeza. La torpeza de un marginal.

El retrato es perfecto para quien habite o pase por estos lares, no importa si es Marco Paz o La Matanza, importa la ley sin ley. Y esa certeza enorme e ingrata de saber que el excluìdo lo será siempre y el policía, salvo milagro, manejará a la mafia local en vez de combatirla.

FICHA TÉCNICA

Guión y Dirección: José Celestino Campusano 
Fotografía: Eric Elizondo 
Edición: Martín Basterretche
Sonido: Daniel Ibarrart
Música: Claudio Miño 
Producción: José Celestino Campusano 
Cia. Productora: Cinebruto, Estudio Chroma 2, Inimaginaria Producciones I:Daniel Quaranta, Florencia Bobadilla, Carlos Vuletich, Damián Ávila, Assiz Alcaráz

SINOPSIS

Al conurbano bonaerense, que tan ancho y ajeno le resulta a la mayor parte del cine argentino, Campusano lo hace suyo una vez más con esta aventura de Molina, legendario marginal que ha decidido, si no rescatarse, al menos regir su vida y sus “laburos” por un sólido código de honor que no admite traiciones ni muertes innecesarias. Su intención de mantenerse lejos de los problemas se ve frustrada cuando un prepotente comisario local lo fuerza a ponerse en el centro de una batalla sangrienta que tiene como rehén a la bella ex del jefe policial. Y es que la chica, harta de las infidelidades de su marido, hizo las valijas y se mandó a trabajar nada menos que en un pequeño prostíbulo rural regenteado por el curtido pero sensible Calavera, quien la toma sabiendo muy bien con quién se está metiendo. Inspirado en una historia real que supo circular por su Quilmes de siempre, Campusano vuelve a internarse en la mugre y el polvo de un mundo donde la justicia no está nunca del lado de las autoridades y asoma alguna nobleza, y hasta ternura, en los más duros delincuentes. Un relato crudo, de una rusticidad deliberada, donde la única ley es la búsqueda de autenticidad.

DIRECTOR 

José Celestino Campusano, nació en Quilmes en 1964, estudió parte de la carrera de Realización en el Instituto de Cine de Avellaneda. Además de cortos y mediometrajes, dirigió el largometraje documental Legión, tribus urbanas motorizadas y las ficciones Vil romance (2008; 23° Festival),Vikingo (2009; 24° Festival), Fango (2012; 27° Festival) y Fantasmas de la ruta (28º Festival).

Publicar un comentario

0 Comentarios