Por Teresa Gatto
El film de Sebastián Schindel se basa en un hecho real. Hermógenes Saldivar (Joaquín Furriel) llegó a la ciudad de la furia, desde Santiago del Estero, en busca de futuro. De ayudante de carnicero a ser usado por el dueño de una cadena de carnicerías, media un sólo paso. Es que Latuada (Luis Ziembrowski), promete a futuro, una casa y sin mediar la voluntad de la esposa de Hermógenes (Mónica Lairana, la lleva de mucama a su casa.
Además de analfabeto, Hermógenes es "inapto" porque se lo han hecho creer cuando no lo aceptaron en el servicio militar por un defecto en su pierna. No hay nada más terrible que no saber, no tener y construirse a través de la mirada del otro. De un otro vil, explotador, cruel y autoritario hasta el punto de cambiarle el nombre por "Santiago" pués Hermógnenes no le gusta. Él y su esposa, son cosas, organismos cuasi humanos a quienes explotar y corromper porque la falta de autoestima y la necesidad hacen que lavar con hipoclorito un trozo de carne, se convierta en algo asqueroso y a la vez necesario porque ese es "el negocio".
La cámara de Schindel con planos cortos sobre los rostros, la manipulación, el picado y mezclado de carnes nuevas como pasadas, es una metonimia de cómo un ser humano puede ser pasado por una picadora de carne humana que corroe hasta los huesos.
La esclavitud ostenta mil formas y en este film Joaquín Furriel que hace tiempo dejó de ser un galán para ser un actor orgánico y eficaz en todos los terrenos, encuentra en la dupla con Mónica Lairana de gran labor un equipo que no hace un gesto de más y cuyas miradas lo dicen todo. Por ello, la aparición casi casual de un joven abogado (Guillermo Pfening en un muy buen trabajo) que se hace cargo de su caso cuando Hermógenes usa el cuchillo para otra cosa, es más que una necesidad, parte de un decálogo de DDHH.
Gran film de la Competencia Argentina que muestra que nuestro cine avanza y cuando toca temas álgidos alcanza la madurez necesaria para salir victorioso.
SINOPSIS
Como una devolución de favores hacia la funcionaria judicial que lo ayuda con un trámite de extradición, un joven abogado se involucra en el caso de Hermógenes Saldivar. Analfabeto e “inapto”, Hermógenes había llegado a la gran ciudad desde Santiago del Estero con el deseo de progresar junto a su mujer, y creyó encontrar la llave de su futuro en la figura de Latuada, el comerciante que lo puso al frente de una carnicería y le prometió casa propia. Pero no era una llave, sino las pesadas cadenas de la explotación laboral, la humillación y el maltrato psicológico; una esclavitud moderna que iba a desembocar, casi inevitablemente, en el asesinato. Partiendo de la novela del criminólogo Elías Neuman (a su vez basada en la propia experiencia del autor como defensor del verdadero Saldivar), la primera ficción de Schindel se nutre de una concienzuda investigación para trascender la anécdota de su relato y convertirse en un mapa, escalofriante por su vigencia, de las regiones más oscuras del mundo del trabajo, del sistema judicial y, muy especialmente, del negocio de la carne.
Sebastián Schindel
Sebastián Schindel Nacido en Buenos Aires en 1975, estudió filosofía en la UBA y cine en la ENERC, donde actualmente es profesor de cine documental. Es uno de los fundadores de la compañía Magoya Films, con la que ha producido y dirigido documentales como Mundo alas(2009) y El rascacielos latino (2012). El patrón, anatomía de un crimen es su primer largometraje de ficción.
FICHA TÉCNICA
D: S. Schindel G: S. Schindel, N. Batlle, J. Olivera F: Marcelo Iaccarino E: A. Ciambotti, S. Schindel DA: Augusto Latorraca S: F. Vega, H. Gerard M: Lucas Kohan P: N. Batlle, F. Molnar, S. Schindel, D. Jerozolimski, A. Szeplaki CP: Magoya Films, Estrella Films, CIC I: J. Furriel, L. Ziembrowski, M.Lairana, G. De Silva, G. Pfening.
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