Por Teresa Gatto
Si me dicen de antemano que veré un film de un niño afroespañol que busca a su papá, diría que paso de largo porque temo que me gane la emoción y el dolor de tantos HIJOS que inevitablemente por nuestra Historia todavía buscan una lápida. Y no importa la condición en la que se busque completar una identidad, sino que resuena aguda, la música de la búsqueda infructuosa porque las identidades partidas se completan siempre después de un trauma.
Pero este film de Marcelo Piñeyro tiene como logro no caer en todos los lugares comunes que suelen merodear al género que tiene como tópico la identidad. El guion acierta a dar vueltas de tuerca a todos esos tópicos y se abre paso a algo más, en el que la comedia y la picaresca se hacen cargo de esa vida de Ismael. Así, Larsson do Amaral, Ismael, llega solo desde Madrid a Barcelona a buscar a su otra mitad sanguínea que le fue negada sistemáticamente por su madre o diferida con más de mentira que de promesa posible de ser cumplida.
Su llegada, las peripecias de encontrarse con su encopetada abuela Nora, a cargo de Belén Rueda y el encuentro con su padre Félix, a cargo de Mario Casas, que, se suma en una red de emociones encontradas toda vez que está distanciado de su madre pero que acaba de recobrar un hijo de una mujer que fue importante en su vida pero cuya relación cesó.
Pero a Alika, la madre de Ismael, en la piel de Ella Kweku, también se les unirá junto a su actual pareja, Eduardo, a quien encarna Juan Diego Botto. Ella ya sabe dónde está Ismael y parte en su búsqueda. De allí a completar el cuadro de personajes variopintos a los que se suma el mejor amigo de Felix, Jordi, interpretado por Sergi López. A Félix lo sume en la melancolía reencontrar al hijo de una mujer a la que amó, pero de la que debió separarse. Y en el resentimiento, reencontrar a su madre, de la que está distanciado y a la que reprocha haberse ocupado siempre más del negocio familiar que de él.
A Félix lo sume en la melancolía reencontrar al hijo de una mujer a la que amó, pero de la que debió separarse y también, en el resentimiento de reencontrar a su madre, de la que está distanciado y a la que reprocha haberse ocupado siempre más de las cuestiones económicas que de él. Mezclados en un bello hostal en la Costa, propiedad de Jordi, se entretejen las historias de todos ellos que mueven la nuclear historia de Ismael para sumar periféricas, pero importantes secuencias de las vidas y vínculos del resto que el guion urde con gran logro, en una polifonía que redunda en beneficio de la representación y que evita el golpe bajo del niñito medio afro que busca a su papá para contar algo más.
Interesante film de Piñeyro que retoma la narración íntima que llega justo sin desmedidas intenciones de conmover sino más bien de asistir al desarrollo de una historia que es, finalmente, lo que algunos buscamos cuando vamos al cine.
Ficha Artística / Técnica:
Título original: Ismael
Año: 2013
Origen: España
Director: Marcelo Piñeyro
Actores: Mario Casas, Belén Rueda, Sergi López, Juan Diego Botto, Larsson do Amaral, Ella Kweku
Guión: Marcelo Piñeyro
Fotografía: Xavi Giménez
Género: Drama
Duración: 111'
Fechas de estreno: en Buenos Aires, 26 de junio de 2014
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