Tiro de Gracia de Nicolás Lidijover, en el 28° Festival de Cine de MDQ

 



La delgada línea entre matar o morir. La precaria diferencia entre el azar y la construcción de un destino. La potente narración de la violencia que todos llevamos dentro. Competencia Latinoamericana.

Por Teresa Gatto

En un adentro asfixiante, una farmacia/perfumería, los sucesos se desencadenan en una suerte de in crescendo que disloca la noción de verosímil hasta su límite más extremo.

El film de Nicolás Lidijover, podría ser una transmisión en directo de esas con que los noticieros más morbosos siguen en cada segundo la situación de una toma de rehenes. Pero es ficción. Extraordinaria ficción que con el uso de doce cámaras, instala los sucesos que lamentablemente acaecen en las ciudades.

Sin música (no hay necesidad de manipular al espectador), sin movimiento de cámaras, salvo algunas secuencias de cámara en mano y con un casting de enormes actores sin enormes nombres, el film rompe las convenciones y obtiene a través de su montaje y la organicidad actoral, esa sensación de que un pacto se ha quebrado y no estamos viendo una fábula.

Cada detalle se explota al máximo y la absoluta libertad de los actores a la hora de crear en las semanas de ensayo, dan como resultado labores clave. Los personajes no se fijan, huyen ex profeso del arquetipo, no son lo que parecen, nada lo es. En el caso de Nicolás Golschmidt, que lleva adelante la acción, exhibe cambios y torsiones que lo alejan de los prototipos pensados para un ladrón, un chico de la Villa que es capaz de decirle a su rehén y asesino “¿te vas a arruinar la vida por un negro de mierda como yo?” con una clara noción de clase (abrumadora para los que piensan así).

Cada personaje logra su momento y su clímax. En escenas que pueden durar diez minutos conforman secuencias  que obtienen efectos cuasi teatrales. Una enorme noción de puesta en escena otorga esa sensación de vivo-real-en directo, mientras cada cámara de seguridad del local se reinicia y la historia retoma una y otra vez ese pasado que configura el presente del protagonista y que lo coloca como hacedor de su destino en un final inesperado y colmado de reflexiones. Completan el excelente elenco Nacho GadanoJulieta VallinaSusana Cart, Pablo Ini.

¿Quiénes somos? ¿Cómo somos? ¿Cuál es nuestra ética? ¿El miedo la cambia? ¿La codicia nos cambia? ¿La solidaridad es proyectiva? ¿Le doy al otro para salvarme yo?

Nicolás Lidijover demuestra que no es necesario contar con millones para hacer un film que obtenga un aplauso cerrado y agradecido y que nadie, absolutamente nadie, salvo en Hollywood es duro de matar.

Sinopsis

Una noche. Un asalto. Una toma de rehenes brutal. Los vecinos claman justicia; los medios, sangre. La policía muestra los dientes y prepara su embate. En el local de una gran cadena de farmacias, se desata un infierno que pondrá en juego el destino y la vida de clientes y empleados. Jesús, humilde habitante de la Villa 31 recién despedido de su trabajo, solo con su revólver 22, mantiene prisionero a un heterogéneo grupo de clientes y empleados. Un delincuente salvaje, un joven perdido que, decidido a no entregarse a la policía, busca ganar tiempo a toda costa y encontrar una manera de escapar. Marcelo, el cuarentón encargado del local, algo resignado a estas situaciones, busca negociar para que nadie salga lastimado: un empleado modelo, un argentino modelo. Pero nada es del todo lo que parece. Tras las rejas de la farmacia, la historia avanzará a la vez hacia un final inevitable y hacia el pasado de sus protagonistas, para intentar responder una pregunta incómoda: ¿quién es realmente la víctima y quién el verdugo?

FIicha Técnica

Dirección, Guión: Nicolás Lidijover
Fotografía: Miguel Abal
Edición: Nicolás Lidijover, Florencia Efrón
Dirección de Arte: Marina Gurman, Mauro Doporto
Sonido: Rubén Piputto
Producción: Juan Pablo Buscarini, Nicolás Lidijover
Compañía Productora: Mediabyte
Intérpretes: Nacho Gadano, Nicolás Golschmidt, Julieta Vallina, Susana Cart, Pablo Ini.

Sobre el director: Nicolás Lidijover

Egresó de la Universidad del Cine como licenciado en Artes Cinematográficas. Entre 1995 y 2010, se desempeñó como asistente de dirección en más de veinticinco films, entre ellos Martín (H), Kamchatka, y La suerte está echada. También fue director de segunda unidad en Peligrosa obsesión, Amor a mares y The Games Maker, entre otros. Tiro de gracia es su primer largometraje como director.

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