Por Denise Pieniazek
Basado en tres relatos de Alice Munro: “Destino”, “Pronto” y “Silencio”; Julieta (2016) es el último film del talentoso Pedro Almodóvar, el cual narra uno de los vínculos más primarios de la humanidad: la relación madre-hijo (hija en este caso). Con un inicio a puro latir mediante una tela color rojo que se contrae y relaja, conoceremos a Julieta el personaje principal de esta historia llena de secretos, que solo podremos entender mediante un viaje al pasado. A través de la escritura como expresión y alivio de la protagonista se revelará que la misma se encuentra escindida entre pasado y presente.
Julieta narra la historia de una madre y una hija a las cuales lo único que las une es el dolor por la pérdida del hombre más importante en la vida de ambas, en el caso de Julieta su pareja y en el caso de su hija Antía, su padre. Como es habitual Almodóvar maneja con soltura los relatos anacrónicos, lo cual se evidencia especialmente en dicho film, en donde la emoción no es intensa y aun así nos mantendrá intrigados de comienzo a fin. Pues si hay algo que Almodóvar sabe es contar historias, lo que no es para nada poca cosa, no sólo desde el cómo sino que sabe qué contar.
Con Julieta el director vuelve al género del “melodrama de madre” -presente con variantes y reescrituras en otras películas de su creador como en ¿Qué hecho yo para merecer esto! (1984), Tacones lejanos (1991), Todo sobre mi madre (1999), y Volver (2006) -dejando de lado por completo otra de sus temáticas recurrentes referidas a la sexualidad y a las transgresiones de las normativas sociales. Lo cual puede observarse visualmente en uno de sus encuadres, cuando Julieta se encuentra con Beatriz (amiga de la niñez de Antía), los amigos queer de la misma quedan al costado del encuadre. Pues en este relato Almodóvar ha decidido dejar a un lado su usual conjunción de opuestos sexuales para centrar la historia en el vínculo madre-hija, incluso no se profundizará sobre la aparente homosexualidad de Antía y Beatriz.
En adición, varias películas del director oscilan entre la “mala madre” y la “buena madre”, sin embargo aquí luego de una larga trayectoria cinematográfica, Julieta se encuentra en un linde no es ni la una ni la otra, quizás simplemente podemos definirla como imperfecta. En consecuencia, otro estilema del director es derrumbar la estructura canónica de la familia. Debido al dolor de la pérdida ella ha quedado tan consternada que su hija pasará a ser madre, y se invertirán los roles. Hecho que marcará el vínculo madre-hija para siempre dejando un vacío entre ambas y Julieta se volverá entonces una mater dolorosa, una madre en la eterna espera. Según Jean-Max Méjean, Almodóvar no puede dejar de arremeter contra el símbolo maternal, pero finalmente no se atreve a atacarlo tan directamente como a los demás íconos que se ha dedicado a ridiculizar en sus otros filmes. Los misterios entorno al pasado de Julieta y la relación con su hija se irán develando a lo largo del relato en donde todo resultará una incertidumbre, puesto que como es típico del melodrama “de eso no se habla”.
Otro estilema del director es la recurrente referencia a la mitología griega, se hará referencia al mito de Ulises y Calipso, simbolizado en el mar azul el cual estará presente en todo el largometraje como metáfora del vínculo entre Julieta y el padre de Antía. Lo griego también estará presente en el nombre que ella ha elegido para su hija Antía, el cual simboliza florida y quienes encarnan dicho nombre son fuertes y tenaces. Las relaciones de intertextualidad continúan en el film, no es casual en una de las primeras escenas el libro de Marguerite Duras, lo que nos lleva a resaltar otro rasgo Almodóvar: la obsesividad por el detalle. Puesto que como buen conocedor del género del melodrama, el autor sabe que los elementos de la utilería poseen un significado en sí mismo que sostiene todo el relato, ya que el espectador de cine trabaja por acumulación.
Asimismo, son notables la elección del vestuario según las épocas y la psicología del personaje, en donde los estampados, aretes y colores estridentes serán una vez más protagonistas. Incluso Julieta poseerá una bata cuyo estampado nos remite al artista Klimt, quien al igual que él retrataba mujeres constantemente. Del mismo modo que en Volver, el contraste entre el rojo y el celeste estará presente no sólo en el vestuario, sino también en el maquillaje. Pues este magnífico director no libra nada al azar, no es casual que la Julieta de los 25 años tenga el pelo corto igual que la Julieta de la madurez que decide revivir el pasado. En consecuencia, en este relato prima la circularidad y el destino de predestinación típico del melodrama. Como en casi todas sus creaciones, y en todo melodrama en general, el tema musical tendrá un estrecho vínculo con la psicología de los personajes. Aquí “Si no te vas” interpretado por Chavela Vargas (ícono popular de la cultura mexicana) hablará por Julieta, tal como sucedía en otro típico melodrama como Frida (2002), de Julie Taymor, en el cual sonaba constantemente “Llorona”. En efecto, es típico de Almodóvar convertir canciones populares en verdaderos lamentos.
Finalmente, Julieta no es tan provocador o perverso como otros de sus filmes, ya que no está presente su típico (y esperado por algunos) paroxismo. Sin embargo, quizá la provocación este aquí en volver al melodrama de madre, cuando este parecía ya un género olvidado. La narración se desdibuja un poco llegando a su desenlace, ya que como he dicho en otras ocasiones, uno de los problemas más grandes del cine actual es la confección de buenos finales. Aunque Julieta no es la más sublime de sus obras, sigue resultando interesante y denota que la gran originalidad del director sigue vigente.
Ficha Artístico/Técnica:
Origen: España.
Año Realización: 2016.
Director: Pedro Almodóvar
Guión: Pedro Almodóvar y Alice Munro.
Elenco: Adriana Ugarte, Emma Suárez, Inma Cuesta, Daniel Grao, Rossy de Palma Michelle Jenner y Darío Grandinetti.
Dirección de Arte: Antxón Gómez.
Dirección de Fotografía: Jean-Claude Larrier.
Montaje: José Salcedo.
Música: Alberto Iglesias.
Productor: Agustín Almodóvar y Esther García.
Distribución en Argentina: UIP.
Duración:99 minutos.
Fecha Estreno en Argentina: 23/06/2016
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