Por Teresa Gatto
Las imágenes suelen ser duras, a veces parecen golpes bajos manipulados por la música y los maquillajes y efectos especiales que la industria utiliza para re-presentar algunas tragedias sean públicas o íntimas.
Debajo hay una pequeña muestra de como desde Oriente hasta Occidente, en sociedades "civilizadas", "concientizadas" y muy "institucionalizadas", no así en otras, la violencia de Género se expande, mutila, destruye, mata. Hace de los cuerpos de las mujeres un teatro de operaciones en los que la batalla no tiene fin hasta que la víctima huye o muere, éste último es el destino más probable.
Aún en países en los que hay protección con cambio de localidad e identidad para mujeres e hijos, ellos, las encuentran, las asolan y las matan. Un disparo puede matar con una restricción de 100 metros.
No hay adonde ir. Hasta que la Justicia se ponga los pantalones largos. Hasta que las campañas de concientización alerten de los primeros síntomas a las mujeres, sea una palabra o un gesto. Hasta que la cosificación, pertenencia y dominación no termine con un patriarcado que late en lo profundo de las mejores teorias de liberación, acuñado dentro de sí mismo. Hasta que el prejuicio sea abatido como a un criminal, seguirán muriendo mujeres. Serán mutiladas, dañadas en mayor o menor medida, sin que la herida interna cierre nunca. Cicatrices que la única cirugía que podría borrar es la extirpación de la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones.
La Verdad de Soraya (EEUU 2008)
La película se basa en la novela del periodista Freidoune Sahebjam, que narró la historia de Zahra Khanum, una joven de un pueblo iraní en los años 80 que es acusada falsamente de adulterio por su mujeriego marido. El castigo por ese delito es la lapidación pública hasta la muerte, tal como establece su código penal
Agua- (Canadá 2005)
En 1938, en la India colonial, en pleno movimiento de emancipación liderado por Mahatma Gandhi, una niña de 8 años es casada con un moribundo que fallece aquella misma noche. Tras ser quemado el cuerpo del marido ella se prepara para el destino que la tradición tiene previsto: ingresa en un ashram para viudas donde deberá pasar el resto de su vida, consagrada a la memoria del fallecido.
Cicatrices (México 2005)
Un matrimonio vive una situación de monotonía y desamor, donde el principal afectado es su hijo pequeño. Los insultos dan paso a los golpes, a la disputa legal, la patria potestad, las demandas y a un sinfín de situaciones que complican más la relación entre ambos, dejando como mensaje que las heridas que se quedan en el corazón tardan más tiempo en sanar que los golpes físicos y aún cuando esto sucede, siempre queda una huella imborrable.
Refugiado (Argentina 2014)
Matías y su madre Laura se encuentran obligados a abandonar de pronto la casa en la que viven para escapar de otra explosión de violencia de Fabián.
Matías tiene ocho años y Laura está recién embarazada. Así emprenden la búsqueda de un lugar en el que se puedan sentir seguros y protegidos.
0 Comentarios