Puerta de Hierro. El exilio de Perón, en el 27° Festival de Cine MDP

 

El film co- dirigido por Víctor Laplace y Dieguillo Fernández, en Competencia Latinoamericana, construye con acierto un relato del exilio, esa moneda de dos caras que salva y aleja y que muchos conocen tan bien.

por Teresa Gatto
desde Mar del Plata

Madrid, lugar en el que Perón residió exiliado muchos años, sirve para enmarcar lo que será el dispositivo narrativo que tendrá en Sofía -muy buena labor de Natalia Mateo-, una modista joven, la recepción de las memorias del General Perón. Así comienza este film, cuando ella en una despedida que cree definitiva le regala unas cintas en las que las memorias del creador del Peronismo, quedarán registradas. Desde allí, el recuerdo se apodera de la narración para que todo sea memoria histórica más allá de la ficción.

Corren tiempos de sangre en la Argentina. Cualquier recurso es válido para destituir a Perón, asesinarlo si es necesario. Con este anclaje histórico, comienza el exilio del líder más importante del Siglo XX en Latinoamérica. Las bombas sobre la población civil, la salida de la Casa Rosada y el destierro. Su derrotero por Panamá (donde conocerá a María Estela Martínez “Isabelita”), su paso por Venezuela  y la llegada a Madrid.

Víctor Laplace comentó en el debate posterior al estreno que había elegido este tramo íntimo de Perón en el exilio ya que el líder, celoso de sus memorias, guardó  esos sentimientos que tiene un ex patriado frente a su desterritorialización.

El film que tiene un ritmo consistente y no cae en ninguna meseta en sus cien minutos, logra que Laplace sea más Perón que nunca, no porque esté identificado con el rol que ya le vimos hacer, sino porque su trabajo de interpretación exhibe organicidad y madurez, la madurez de un hombre que debe decidir si vale la pena regresar aunque en ello se le vaya la vida. Y también la madurez de un actor que aquí se luce con sólo mirar a cámara.


Por su parte, Victoria Carreras, asume el papel de Isabelita o “Chabela” como la llamaba su esposo, con un acierto notable, no sólo porque como ella misma explicó, investigó a María Estela Martínez para sacarla de la cristalización que la memoria colectiva guarda de ella, sino porque alcanza momentos de alto nivel actoral toda vez que el film recurre a los primeros planos y, hay en su personaje menos palabras que gestos y el rostro de Carreras expresa todo en un cambio sutil de mirada, en el movimiento de sus manos. Lejos de la ex Presidente desbordada que supimos conocer, esta mujer es la elegida por un hombre mayúsculo y lo acompaña hasta que su soledad y misticismo la hacen caer en la trampa de confiar en “Daniel”, José López Rega, en un muy logrado trabajo de Fito Yanelli.

Los planos cortos, que nos permiten ver la mirada húmeda de Perón, su impotencia  y dolor frente a  lo que el cadáver de Eva ha sufrido, ponen énfasis en la contemplación que es al cabo un modo de mirar a través de él.

La fotografía de gran nivel, el diseño de arte que no descuida nada y el trabajo de montaje hacen el resto para que Puerta de Hierro, la casa emblemática por la que desfilaron sindicalistas, montoneros, secretarios y hombres leales como Jorge Antonio, en un impecable trabajo de Javier Lombardo,  sea un pedazo de historia ficcionada, pero que guarda enormes correlatos con el hoy.

La escena en la que Perón intuye una traición es de una gran densidad dramática. En la Argentina de esos tiempos, el que se vendía no sabía el precio que pagaba aunque su capitalista le prometiera el paraíso. Por suerte, desterrada ya la violencia de nuestro país, a los traidores de hoy, les quedará el magro olvido, sean de dónde sean.

Manuel Vicente se destaca en el rol de Héctor Campora, que está dispuesto a todas las renuncias con tal de que finalmente el peronismo retorne al poder.  Su sonrisa franca y su sencillez, no pueden menos que traer a nuestra memoria al “Tío” como lo llamaban los jóvenes de entonces y hacernos esbozar una sonrisa de ternura.

Una gran labor del continuista, así como también de  diseño de arte que nos entrega un pasado en el que la madre de Juan Domingo lo cuidaba, junto a  las calles de Madrid rumbo a la sastrería de Sofía que no es tan analfabeta como pretende mostrarse y el Operativo Retorno que es una incógnita, construyen un film que se apodera del espectador porque entrelaza el pasado de un modo sutil y de esa historia no se puede bajar la vista. No es necesario ser ideológicamente afín para afirmar que Puerta de Hierro. El exilio de Perón dará muchas satisfacciones cuando se estrene en el circuito comercial y todas, serán absolutamente merecidas. La Historia debe ser narrada, aunque debamos ficcionarla para poder armar un relato visual.

Ficha Artística/técnica

Título: Puerta de Hierro. El exilio de Perón.
Año: 2012
Origen: Argentina
Director: Víctor Laplace- Dieguillo Fernández
Actores: Víctor Laplace, Victoria Carreras, Fito Yanelli, Javier Lombardo, Manuel Vicente, Sergio Surraco, Natalia Mateo, Federico Luppi, Gustavo Grazón.
Guión: Víctor Laplace, Leonel D’Agostino
Música: Damián Laplace
Género: Bio Pic- Drama
Duración: 104’
Estreno: 11 de Abril de 2013 

Entrevista publicada en Puesta en Escena: Victoria Carreras, Víctor Laplace y Dieguillo Fernández

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